Una despensa en Piedra Blanca que vendía caramelos y “bochitas de cocaína”

La dueña de una despensa de Piedra Blanca, en Merlo, tenía dos tipos de clientes. Aunque para los ojos no avezados tal vez no era sencillo percibirlo, porque si los de una clase le pedían un caramelo, ella metía la mano en una caramelera y se lo daba. Si los de la otra condición le pedían una “bochita” de cocaína, también introducía los dedos en el mismo escaparate y la sacaba. Policías de Lucha Contra el Narcotráfico hicieron cinco allanamientos. Tenía la droga camuflada entre las golosinas.
El negocio se le vino abajo el sábado, cuando policías de Lucha Contra el Narcotráfico, apoyados por oficiales de la Comisaría 26 de Villa de Merlo, las Patrullas de Acción Preventiva (PAP) y el cuerpo táctico Gadur, allanaron el almacén, le secuestraron la droga y la detuvieron. No sólo la mujer de 34 años fue arrestada. Junto a ella apresaron a su hermano de 39 años y su madre de 63. “Si hay diferentes grados de responsabilidad, lo va a determinar la Justicia Federal. En principio, para nosotros, todos los detenidos serían los responsables de regentear los cuatro centros de distribución de estupefacientes que hemos desbaratado”, afirmó el jefe del Departamento Lucha Contra el Narcotráfico, comisario inspector Darío Sosa.
El policía habló en plural porque los procedimientos que hicieron el sábado fueron cinco, dos en la Villa de Merlo y tres en San Luis. Y resultaron exitosos: en total, entre los dos casos que investigaban, secuestraron poco más de siete kilos de marihuana, algo más de medio kilo de cocaína, más de trescientos cincuenta envoltorios de cocaína ya fraccionada para la venta al menudeo y ocho frascos de vidrio llenos con florescencias de marihuana, conocidas en la jerga callejera como “cogoyos”.
Además, hallaron doce mil pesos en efectivo, dólares y bolívares, que suponen son producto de las transacciones con la droga del barrio Jardín San Luis, sobre la calle Raúl B. Díaz, y dos departamentos del barrio Ate 3, ubicado en la zona este. Apoyados por el grupo táctico Geotu, y con el aporte valioso de los perros de la división Canes Detectores de Estupefacientes, inspeccionaron un departamento del monoblock 2 y otro del 4. Uno de ellos es el domicilio de “el Garza”, aunque a él lo apresaron en la calle, cerca de la casa del Jardín San Luis. “El secuestro de la droga no es la única prueba de la comercialización, hay otras que no podemos divulgar”, afirmó el jefe de Lucha Contra el Narcotráfico.
En Merlo secuestraron dos armas, una calibre 32 y la otra, calibre 22, informó Sosa. En San Luis, los investigadores arrestaron a un hombre de 26 años, de apellido Lezcano y apodado “el Garza”, integrante de la barra brava de Juventud, a su ex mujer, de 29 años, y a un chico de 17. “Es fruto de la paciencia” El jefe de Lucha Contra el Narcotráfico dijo que los allanamientos ordenados por el juez federal Juan Esteban Maqueda con la anuencia de la fiscalía, “fueron el resultado de una investigación paciente de meses, que empezó en 2014”. Aclaró que no hay ninguna conexión entre las personas acusadas de vender droga en Merlo y las imputadas de hacer lo mismo en la capital: “Solamente coincidió el momento en que la Justicia nos autorizó a hacer los procedimientos”.

toda lucha contra la droga es poca, este es un flagelo que hay que combatirlo a fondo.